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13.8.07

The Sopranos (apócrifo)

La doctora Melfi está sentada en una silla; en su regazo hay una carpeta con unas hojas. Tiene expresión seria y circunspecta. Frente a ella, sentada en otra silla, está la señora Soprano.

–¿A qué se dedica, señora Soprano?
–Ya se lo he dicho. Soy soprano.

La psiquiatra apunta algo.

–Eso ya lo sé, señora Soprano. Pero ¿a qué se dedica?
–Ya se lo he dicho. Soy soprano.
–Eso ya lo sé, señora Soprano. Pero ¿a qué se dedica?

La señora Soprano está empezando a perder la paciencia.

–Ya se lo he dicho. ¡Soy soprano!

La doctora Melfi está empezando a perder la paciencia.

–¡Eso ya lo sé, señora Soprano! Pero ¿a qué se dedica?

La señora Soprano se pone en pie y empieza a cantar un fragmento del Ave Maria (el de Bisbal no, el otro). Al concluir, se vuelve a sentar.

La psiquiatra completa un sudoku y alza la vista hacia su paciente.

–¡Ah, es soprano! Haber empezado por ahí.