Hace un puñado de años compré un ejemplar de Luces del norte, de Philip Pullman, pero todavía no lo he empezado. Philip Pullman, en cambio, sí ha leído mi libro (ya sabéis: aquel que se basaba en la premisa de que Clark y Supermán no son la misma persona).
He llegado a esta osada conclusión después de leer el artículo de Manuel Rodríguez Rivero en El País de hoy:
El libro en cuestión es The good man Jesus and the scoundrel Christ (scoundrel: bribón, sinvergüenza), y su autor es Philip Pullman, considerado (por The Times) uno de los 50 más importantes escritores británicos desde la Segunda Guerra Mundial. En su nuevo libro, Pullman, cuya trilogía fantástica La materia oscura (Ediciones B) lo convirtió en uno de los autores más cotizados de la literatura juvenil de los noventa, lanza un nuevo torpedo contra el cristianismo a partir de una relectura ficcionalizada de los Evangelios. María engendró no a un hijo, sino a dos: Jesús, saludable, carismático y sincero, y su gemelo, Cristo, enfermizo, libresco y manipulador. Y es de Cristo -más consciente del poder de la religión- de quien surgirá la Iglesia y su burocracia.
Resumiendo: en el nuevo libro de Pullman, Jesús y Cristo no son la misma persona. En serio, ¿la premisa no os resulta sospechosamente familiar?
Con esto, no estoy acusando a nadie de plagio (Dios me libre); sólo estoy lanzando una indirecta. Como diría el gran Gila, alguien ha plagiado a alguien…
Ahora solamente espero que el amigo Zombi tenga ocasión de entrevistar a Pullman, como ya hiciera con el ínclito Manuel Loureiro (el de Apocalipsis Z) en uno de los enfrentamientos más gore de la blogosfera.