27.1.11

¿Dónde está el error?




Esto es como los pasatiempos de "Encuentra los 7 errores", pero con uno solo, y mucho más difícil de encontrar.

Porque, digo yo, ¿dónde está el error? ¿En el mensaje, como señala el texto, o en la presunta denuncia, como sugiere el mismo texto?

Tal vez debería pedirle ayuda a Ariadna, experta en errores (aunque lo disimula a la perfección).

19.1.11

Fantástico




Falta un mes para el estreno y en el semanario Time Out Barcelona ya dicen que será "fantástica". ¿No es fantástico?

También dicen que Un home amb ulleres de pasta se ha acabado, pero no es del todo cierto, sino todo lo contrario: lejos de acabarse, este gran éxito (90% de asistencia e incontables prórrogas) se va de gira por lugares tan exóticos como Girona y Madrid (donde se titulará Un hombre con gafas de pasta y los actores se doblarán a sí mismos; así que, amigos madrileños, ya no tenéis ninguna excusa para perdérosla, o tal vez sí, aunque deberá ser una excusa muy buena y con justificante médico). Más adelante, la obra volverá a la sala que la vio nacer, pero de verdad, no como las oscuras golondrinas, que vuelven sin volver en sí.

13.1.11

Que alguien avise a Vargas Llosa




La foto ha salido movida porque me estaban persiguiendo, pero si aguzáis la vista podréis leer Camí de Llum, que en catalán significa Camino de Luz. ¿No os resulta sospechosamente sospechoso?

Si se entera Vargas Llosa
mi historia será famosa.
El Sendero Luminoso
me persigue sin reposo.

Esto me pasa por hacer fotos en el lago Titicaca (donde, por cierto, conocí a un hombre que se llamaba igual que mi abuelo).

9.1.11

1.826 días para empezar a fumar




Hace 5 años empecé a fumar en un antro llamado La Coctelera.* Pocos días antes se había puesto en marcha la ley antitabaco, versión beta.

La ley ha pasado a la siguiente fase (beta max), y yo sigo fumando sin fumar en mí.

* El blog original tenía fotos, pero alguien las ha eliminado. La publicidad la colaron después, sin mi aquiescencia.

1.1.11

De su capa un ensayo




Imaginemos por un momento que yo no soy yo ni mi circunstancia (¿qué rayos querrá decir mi circunstancia?), sino Juan José Millás. Imaginemos que, incapaz de soportar la presión que supone ser Millás, arrojo la toalla y vuelvo a ser yo mismo, con o sin mi circunstancia. Imaginemos que he encontrado esta foto por casualidad y debo escribir lo primero que me pase por la cabeza, esto es: pedazos de información, llamémosles bits, que circulan por autopistas sinápticas a la velocidad del rayo (¿a qué rayos saben las cosas que saben a rayos?). Imaginemos que, una vez agrupados los bits que me pasan por la cabeza, obtengo un puñado de kilobytes que me permiten elaborar una interpretación subjetiva a partir de mi experiencia empírica, valgan las redundancias. Imaginemos: estas dos personas de sexo masculino sentadas a ambos lados de una mesa cubierta de papeles bien podrían ser dos creativos publicitarios haciendo lo que en la jerga profesional se denomina pelotear, es decir: intercambiar ideas para la próxima campaña de un producto cualquiera (por ejemplo, una mesa susceptible de ser cubierta de papeles). Pero no imaginemos más, porque esta interpretación no se aguanta por casi ningún lado: basta fijarse en las butacas del fondo y en el foco del techo para comprender que el escenario de la fotografía corresponde a un teatro, escenario incluido, y no conozco ninguna agencia de publicidad que esté en un teatro. En una iglesia, sí, pero no en un teatro, porque al mundo le pueden sobrar iglesias pero definitivamente no le sobran teatros, me parece a mí. Y, ya que estamos, debo señalar que esta foto la he robado (soy un internauta, luego soy un ladrón) de la página que tiene en Facebook la sala FlyHard. Conclusión: las dos personas de sexo masculino que aparecen en la fotografía son actores. Unos actores formidables, dicho sea de paso.