30.8.10

Pelis de Nolan y libros que molan




Creo que lo escribió Terry Pratchett. Es más: creo que lo escribió Terry Pratchett en El éxodo de los gnomos. Lo que creo que escribió es más o menos esto: la mejor forma de conseguir que alguien haga algo es convencerlo de que ha sido idea suya. No sé si la idea se le ocurrió a Pratchett, pero cuando la leí me pareció haber encontrado la clave para dominarlos a todos y atarlos en las tinieblas. Debo aclarar, por si alguien no ha leído el texto de la derecha, que soy publicitario (o publicista, para los no publicitarios).

Ahora diréis: “La teoría esa está muy bien, pero lo difícil es llevarla a la práctica.” Y añadiréis: “Es tan difícil que sólo hay una persona en el mundo capaz de convencer a otra persona de que la idea que no ha tenido sí la ha tenido: Leonardo DiCaprio.” De hecho, ése es el argumento de la última película de Christopher Nolan, Origen, mezclado en la termotúrmix con la teoría de las pesadillas matrioska expuesta de modo ejemplar por Senil Dion en La vida en chándal. Un libro del que ya hablaré en su momento, cuando me lo haya leído del todo. Un libro de 216 páginas que en la 30 ya me ha insertado la idea de escribir este post. Un libro que, desde luego, no creo que Nolan haya leído, porque acaba de salir al mercado. Pero quizás sí haya leído el blog en el que se basa, y que no ha sido objeto de plagio porque el autor del libro y el autor del blog son la misma persona.

Conclusión: Senil Dion se introdujo en un sueño de Christopher Nolan (que no duerme en pijama, sino en chándal) y le dejó caer su teoría, así como quien no quiere la cosa. Y Nolan, cuando despertó, dijo: “Eureka, he tenido una idea superoriginal y voy a hacer una película de ciencia-ficción sin superhéroes, en plan vuelta a los orígenes pseudosicológicos (o seudopsicológicos) de mi cine.” Y por eso, porque es una vuelta a los orígenes, decide titularla Inception, que es la denominación de Origen original. También es lo contrario de excepción.

Ésta es mi teoría. Sin embargo, queda un cabo suelto: en cierta escena de la película, la protagonista (que se llama Ariadne y diseña laberintos) se fabrica un peón de metal con un torno. Se supone que lo hace porque DiCaprio tiene una peonza, y todo el mundo sabe que peón es apócope de peonza. Lo que ella no sabe (ni Nolan, ni todo el mundo) es que yo tengo un peón igual. Un peón que fabricó mi padre con un torno. Y es que, al final, todo gira en torno a las mismas ideas. El eterno retorno y tal.

Volviendo al origen del post: ¿conseguí llevar a la práctica la teoría de Pratchett? La respuesta es: sí. La mecánica, por si a alguien le interesa, es muy sencilla y consta de tres pasos:

A. Tú tienes una idea para un anuncio de gafas con montura paraláctica y quieres que tu director creativo la apruebe. Por ejemplo: Rappel conquista Marte.

B. Para ello, debes buscar algo que tu director creativo haya dicho. Tiene que ser un comentario casual, algo que haya soltado como sin darle importancia. Por ejemplo: Nadie es profeta en su tierra.

C. Relacionas A con B, y le dices a tu director creativo: “Oye, eso que dijiste el otro día… Sí, hombre, cómo no te vas a acordar… Sí, lo de que nadie es profeta en su tierra… Pues eso, que me parece una idea debuta madre, eso y que Rappel conquista Marte. ¿Rodamos con Fesser o con Batievsky?”

Creedme: funciona. El único inconveniente es que luego tienes que convencer al cliente de que la idea no ha sido de tu director creativo, sino suya, y éso es algo que no puedes hacer con tu director creativo delante. Y siempre está delante, a no ser que:

a. No se le dé un ardite que el cliente apruebe la idea, porque él tiene cosas más importantes en que pensar (ganar premios, básicamente).

b. Confíe en ti. Y si tu director creativo confía en ti, ¿para qué manipularlo con incepciones de tres pasos?

Para ir acabando, que es gerundio:

Me ha venido a la mente el vídeo de un mentalista que les hacía un encargo a unos creativos publicitarios y luego adivinaba la idea que habían tenido, pero en realidad no es que la hubiera adivinado, sino que antes de pasarles el encargo se había encargado de que ellos tuvieran esa idea.

Si ahora se os ocurre buscarlo en YouTube, será porque a mí se me ha ocurrido antes. En cambio, si leéis La vida en chándal, será una de las mejores ideas que habréis tenido en vuestra vida. Creedme.

Post postum. Aquí podéis leer el post original de las pesadillas matrioska, para que veáis que no me lo he inventado. Fijaos en la fecha y preguntaos: ¿qué estaba haciendo Christopher Nolan el 21 de agosto de 2008?

23.8.10

Amigos que importan




–¿Te importo?
–Claro que me importas.
–Es que no sé…
–¿No sabes?
–No, no sé…
–¿Es que no me crees?
–No te entiendo.
–No me crees, no me entiendes… ¿Pero qué narices te pasa?
–¿Que qué narices me pasa? ¿Qué narices te pasa a ti? Sólo te he preguntado si te importaba.
–Y yo te he contestado que sí.
–En serio, ¿crees que debo importarte?
–¿Sabes qué? Que te den. Ya no me importas.
–¿Que ya no te importo? Porque tú lo digas. Ahora mismo te importo. Faltaría más.

IMAGEN: © Spotify.

14.8.10

Palabras desaprovechadas: Inconsútil




Con lo bonita que es esta palabra, ¿no os parece una lástima que su uso quede prácticamente restringido a la túnica de Jesucristo? Porque mira que hay prendas de ropa sin costuras, además de la susodicha túnica: calzoncillos inconsútiles, pantis inconsútiles, tangas inconsútiles… Este adjetivo no sólo es placentero a nivel fonético; además, desde un punto de vista publicitario, la posibilidad de relacionar las comodidades de la ropa interior con la figura de Jesucristo puede dar lugar a una vía (crucis) de comunicación ciertamente interesante. Por todo ello (y porque en algún lugar del mundo tiene que haber una empresa de lencería necesitada de mis servicios publicitarios), propongo un mayor uso de la palabra inconsútil.

Por cierto, parece que no estoy solo.

9.8.10

Citas paralelas (7)


Loco, pero tonto no.

Publicidad de Bola Loca*


Yo no soy tonto.

Publicidad de MediaMarkt

(A partir de una asociación de ideas desencadenada por la divertibola de Mel.)

* Hace mucho, mucho tiempo.

Bobería




Es lo malo de los libros a granel: te pueden endosar heroína adulterada.

De todos modos, estas e-ratas flaubertianas no son exclusivas de los libros electrónicos:

Más bochornoso (como el ambiente) me resulta un catálogo de una editorial de un importante grupo de comunicación (caliente, caliente, que te quemas) en el que se reproduce la cubierta de una nueva edición de Madame Bovary en la que figura como autor Gustave (y atención a la oclusiva labial sonora) Flauvert. Supongo que a estas alturas ya lo habrán corregido y, de paso, el texto explicativo que asegura que la novela está "considerada una de las mejores obras lingüísticas de la historia".

MANUEL RODRÍGUEZ RIVERO, Babelia
(10/07/2010)

3.8.10

La raya (4)




Si me lo permitís, aprovecharé esta nueva entrega de la serie de los títulos revueltos para hacer una breve pero contundente aseveración de carácter antropológico:

Los anglosajones se toman más en serio sus supersticiones que nosotros las nuestras.

La prueba estriba en que Viernes 13 es una película de terror, mientras que Martes y 13 es…, bueno, es Aquí huele a muerto… (¡pues yo no he sido!).

1.8.10

San Agustín está de moda


Me refiero, claro, al famoso Agustín de Hipona o Agustín de Tagaste, teólogo, obispo y uno de los cuatros Padres de la Iglesia del Rito Latino, amén de letrista de Joe Crepúsculo y copy de la agencia SCPF ("No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita").

A este paso, va a acabar haciendo de jurado en Operación Triunfo, ya veréis.

Wikijote


Nunca he asistido a una lectura colectiva del Quijote. Imagino que será como una lectura de la Biblia, pero sin reparto de hostias.*

En cualquier caso, dudo que haya existido jamás una lectura tan rica en lecturas (valga la fractalidad) como la realizada por este señor de Puerto Rico para la Wikipedia. Un señor que, dicho sea de paso, ha tenido la amabilidad de ceder su obra al dominio público.

* Como mucho, se comulgará con aspas de molino.