1.9.07

Cuentos bonsái (o bonsáis)

Lo leo en El País de hoy (y lo escribe Winston Manrique Sabogal, en el suplemento Babelia):

De fronteras movedizas, lo que sí rodea a este género es una alegre comparsa de nombres que encabezan microrrelato, minicuento y minificciones, mientras le siguen minihistorias, cuentines, cuentos cuánticos, nanocuentos, cuentos bonsái…

O sea, que mis bonsáis les están pisando los talones a los nanocuentos… ¡Vamos, chiquitines! ¡A por ellos!

12 comentarios:

ariadna dijo...

aúpa cuentos bonsáis!!!

Alberto Ramos dijo...

Gracias, Ariadna, pero no los aúpes demasiado, que se crecen.

Y gracias a Nata por presentarme a Jean de Plantavit de La Pause.

Nata Hernández dijo...

De nada, Al. Fue un placer ofrecerte un negociador a la altura de las circunstancias.

Anónimo dijo...

En ocasiones veo naturaleza muerta y me quedo como el título.

Alberto Ramos dijo...

Ah, gracias, Quim. Me has salvado la vida.

Alberto Ramos dijo...

Una adivinanza: ¿qué película empieza como Los santos inocentes, sigue como La amenaza fantasma, continúa como Una casa de locos y Lucía el sexo (con Bebe en el papel de Najwa Nimri), y se acaba convirtiendo en una versión extendida de La culpa del alpinista (corto de Daniel Sánchez Arévalo sobre una idea de Julio Medem)?

ariadna dijo...

elegí un mal día para ver esa película ;)

Alberto Ramos dijo...

No, al revés: elegí una mala película para ver ese día.

Alberto Ramos dijo...

Dato anodino: en las dos últimas pelis de ficción de Medem aparece Antonio Vega cantando una canción que no es suya.

Mel Alcoholica dijo...

Nadie más cree que Julio Medem se ha vuelto un cursi insoportable?

Alberto Ramos dijo...

Creo que la tuya es una creencia compartida.

ariadna dijo...

estamos todos contigo, mel