Se me acumula el trabajo. Apenas he visto cuatro cosas del palmarés del festival publicitario de Cannes 2006 y ya llega calentito el de 2007.
Y claro, podría engañarme, y decirme que da igual, y hasta creérmelo: total, sólo son anuncios; pero eso es como ver la sexta temporada de Los Soprano sin haber visto la quinta. Los anuncios, como los episodios, son nuevos (o deberían serlo), pero bajo ellos subyace un poso autorreferencial que resulta invisible al ojo inexperto o simplemente desentrenado.
El Gran Premio de 2005 a Grrr fue el reconocimiento a un gran spot, a una fantástica canción, a una radical filosofía (be hater, my friend)… Pero fue mucho más: fue el Gran Premio que en 2004 no le habían dado a Cog, quizás porque no había sido digno, quizás porque habían preferido dárselo a los castellers de la Play (fue aquel año, ¿verdad?); del mismo modo que el Oscar de 2007 a Scorsese es el Oscar que le habían negado antes a Scorsese, vaya usted a saber por qué.
Por cierto, si alguien tiene el palmarés del año pasado se lo cambio por un deuvedé con la gráfica y la tele y…, creo que ya está, de 2004 y 2005.
Post postum. A pesar de lo escrito, si ahora mismo tuviera a mi alcance la última temporada de Los Soprano, anda que iba a estar perdiendo el tiempo viendo anuncios.
3 comentarios:
Si ahora pudiese estar mirando tus ojos
anda que iba a estar viendo Los Soprano.
(paráfrasis a Manolo García)
Hooooo que video!!! me encantaria entrar en el spot!
A mí también, pero lo más probable es que me dieran el papel de diésel.
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