20.9.07

El ecotono

En el capítulo 4 de la quinta temporada de A dos metros bajo tierra, un pájaro irrumpe en la casa fúnebre de los Fisher.

Anoche, mientras veía el capítulo 9, otro pájaro entró por la ventana. Con tres diferencias notables, la segunda y la tercera de las cuales se fueron revelando progresivamente:

1. No entró en casa de los Fisher. Ni siquiera apareció en la serie.

2. Aunque la ventana estaba abierta, la persiana se encontraba bajada.

3. No era un pájaro.


Post postum. "Ecotone" es el título original del capítulo 9. Un ecotono es la zona fronteriza entre dos ecosistemas (por ejemplo, el de los espectadores de A dos metros bajo tierra y el de los murciélagos).

12 comentarios:

ariadna dijo...

mmmmmm yo que tú plantaba unos cuantos ajos y dejaría de trabajar de noche...

Josep Joan Bertran dijo...

A mí hace días me pasó lo mismo pero con el mosquito de los créditos de Dexter. El episodio se llamaba "Cocodrilo", no entendí nada :-)

Josep Joan Bertran dijo...

Gran post (y muy buen episodio), que no lo dije antes.

Por cierto, ¿procediste con el murciélago igual que Nate Fisher con el pájaro?

Alberto Ramos dijo...

Interesante. Creo que Michael C. Hall (Dexter/Dave Fisher) está detrás de todo esto.

En un descuido, el murciélago se volatilizó, y ahora no sé si se marchó o sigue dentro.

Eso sí: antes de desaparecer dejó un regalito encima de mi móvil.

Josep Joan Bertran dijo...

Puaj, "caótico ano" el del quiróptero.

Alberto Ramos dijo...

Seguramente también había visto la película.

Miss Julie dijo...

Pues me parece que sólo se volatizan y desaparecen los vampiros de ficción, así que -o "en ocasiones ves cosas raras" o lo tienes colgado por ahí. Por favor si lo encuentras no lo mates, se comen a los miserables mosquitos chupasangres y esos si que son malos, malosos.

Alberto Ramos dijo...

Pues si también se comen a los mosquitos tigres me pido un murciélago para reyes (caso de que éste no vuelva a aparecer).

Mel Alcoholica dijo...

En la casa del pueblo, que data del año 1714, hay un murciélago. La casa del pueblo ni siquiera está en el pueblo, está a las afueras del pueblo. Cada vez que vamos (una vez al año, aproximadamente, tal vez menos) comprobamos que las ventanas estén bien cerradas y que no haya agujeros ni goteras.

Desde el principio de los tiempos hay un murciélago en la misma habitación. Nunca hemos sabido por dónde entra ni sale. Nunca hemos sabido qué hace en los largos años de nuestra ausencia.

Pero vas a la habitación, la más alta, la más apartada, y el murciélago sigue allí, dando vueltas.

Alberto Ramos dijo...

Y cuando despertaste, el murciélago todavía estaba allí.

Anónimo dijo...

O sea, que mejor no te pongas nunca La costa de los mosquitos. ¿O sí?

No sé.

Alberto Ramos dijo...

Ni Los pájaros. O Cuando ruge la marabunta.