26.7.08

Hasta Rusia con amor



–¿Cómo ha ido el lanzamiento?
–Bien. Lo he mandado hasta Rusia.
–Toma castaña.
–Más que castaña, lo que tomé fue carrerilla.
–Estupendo. De ahí a Pekín.
–No sé. Debería disfrazar el libro de martillo.
–…
–…
–Ya tengo titular: "El libro de acero atraviesa el telón de acero." ¿Qué te parece?
–No está mal. Lo que pasa es que el libro es de papel y el telón de acero ya no existe.
–No importa, tengo otro: "El libro de la capa roja aterriza en la Plaza Ídem."
–Mira, es igual. Déjalo.
–…
–…
–¿Lo del martillo lo decías por la hoz y el martillo?

VÍDEO: © Óscar Amodia

18.7.08

Libro para camaleones



Estoy convencido de que es más fácil camuflarse con un libro de Paulo Coelho, J.K. Rowling o Carme Ruscalleda.

Pero si a tu espalda está teniendo lugar un simulacro de incendio, no hay nada como ocultarse tras un libro protagonizado por un simulador que procura pasar desapercibido durante un incendio.

Gracias, lectora escondida.

FOTO: © Diego Paredes

16.7.08

Bookbicicrossing



–Bookbicicrossing, buenas tardes. Le atiende Ofelia. ¿En qué puedo ayudarle?
–Hola. Verás, llamo desde la estación 74. He cogido un libro, pero está mal.
–No, no está mal coger libros. Están para eso, para que los coja.
–No, si eso ya lo sé. Lo que está mal es el libro.
–Ah. ¿Qué tiene?
–Tiene… ¿cómo te diría? Tiene un formato muy raro. Casi todo son diálogos, pero con nombres al principio de cada intervención. Y están en… ¿cómo se llama, cuando son mayúsculas, pero minúsculas?
–¿Versalitas?
–Eso. Parece como si fuera… una… una cosa de esas, como una película…
–¿Una obra de teatro?
–Eso mismo. Y yo lo que quiero es una cosa tipo lo que hace Zafón.
–¿Una novela?
–Sí, una novela. Porque yo no pago mi cuota para leer una obra de teatro, ¿sabes? Si quisiera leer una obra de teatro, me iría al teatro.
–Al teatro no se va a leer obras de teatro.
–¿En serio?
–Bueno, si eres el apuntador, a lo mejor…
–Ya. Pero yo no quiero este libro.
–Pues devuélvalo.
–Eso intento, pero no se enciende la lucecita roja.
–¿De dónde me ha dicho que me llama?
–De la estación 74.
–Ah, claro. Es que la estación 74 no está operativa en estos momentos.
–Vaya por Dios. ¿Y ahora qué hago?
–Puede devolverlo en otra estación. La 75, por ejemplo. O la 73, que le queda más cerca.
–¿Y cómo voy hasta allí?
–Vaya por Dios.
–Eso ya lo he dicho yo.
–Es cierto. Entonces vaya leyendo.
–¿Pero cuántas veces se lo tengo que decir? ¡No quiero leer este libro!
–Pues lea entre líneas. Buenas tardes.

14.7.08

Centón y pico páginas

Un cadáver exquisito sólo tiene de fiambre su semejanza conceptual con el monstruo de Frankenstein, aunque este se asemeja más a un centón.

Un centón es un cadáver exquisito cuyos autores estaban demasiado ocupados escribiendo otras obras.

Las frases anteriores jamás figurarán en un diccionario de aforismos. Como que me llamo Oscar Wilde.

Dicho sea de paso, si existe en este mundo algo parecido a un centón en prosa de más de cien páginas, es la novela Citas encadenadas. Se trata de una historia de amor construida por Albert Soler a partir de textos de Woody Allen, Mario Benedetti, Roald Dahl, Eurípides, Madonna, Antonio Gala, Coco Chanel, Ambrose Bierce y John Lennon, por citar sólo algunos.

Y, como citar lo ya citado sería recitar, me limitaré a citar la dedicatoria:

Este libro está dedicado a mi brillante y hermosa abuela Lola, sin la que yo no sería nadie.
Ella siempre me conforta y me consuela, jamás se queja ni es entrometida, no pide nunca nada y lo soporta todo.
Además, escribe las dedicatorias de mis libros.

Post postum. Ha sido hallada una nueva especie de cadáver exquisito.

13.7.08

Cederrón con cola

La Real Academia Española tiene estas cosas.

Te cambian garage por garaje y bricolage por bricolaje, y ambages lo dejan tal cual.

O te hacen escribir fútbol en lugar de football y béisbol en lugar de base ball, y hockey lo dejan en versión original con cursiva.

En cualquier caso, a la Real Academia se la puede acusar de muchas cosas (si te atreves), pero la lentitud en las actualizaciones no es una de ellas.

Por ejemplo, cederrón. Se dieron tanta prisa en incorporarla al diccionario que pasaron por alto que:

1. CD-ROM es una sigla. Y, aunque proceda del inglés, resulta más fácil de pronunciar que CC.OO., o DVD. ¿Por qué no incorporan la palabra deuvedé?

2. En dos días, CD-ROM (ya no digamos cederrón) iba a quedar absolutamente obsoleta.



De todos modos, lo más curioso es que la versión recomendada por la RAE no es cederrón, sino CD-ROM.

7.7.08

Quien se pica, ajo y agua



Si picas a un mosquito, ¿tienes cien años de perdón?

(Dedicado al mosquito tigre, mal rayo le parta en mil millones de pedacitos subatómicos.)

5.7.08

Publicidad cojonera









¿Qué es más irritante? ¿Que te bombardeen con una traca de espots dirigidos a una masa anónima o que te vayan pinchando con pequeños báners dirigidos exclusivamente a solteros de treinta y dos años?