El destape es lo contrario del destete. Es decir: el destape es una reacción de signo contrario al destete. Destete significa 'con tetas no hay paraíso', y 'te ganarás el pan con el sudor de tu frente'. Destape significa 'teta veo, teta quiero'. Tras cuarenta (o cuarenta mil) años de destete, el sujeto anhela volver a los senos (maternos o no), aunque para ello le tengan que arrancar otra costilla o varias vértebras. Y si lo hacen los extranjeros, ¿por qué no nosotros? Me refiero a los años 70: el caudillo ha muerto, larga vida al canalillo. El problema es que queremos coger el último Talgo a París, pero en Perpinyà (o en Puigcerdà, no estoy seguro) descubrimos que las vías tienen otro ancho de banda. En fin, el caso es que de repente España grita "teta a la vista". Y se empiezan a ver tetas en el cine, tetas en la tele, tetas en el quiosco. Y cuando te dicen que a Sabina se le ha escapado una teta en El kiosco, tú vas y te lo crees.
Pero el tiempo pasa y las tetas empiezan a colgar hasta por Internet, y el cine español ya no se desnuda delante del espejo europeo. Ahora es la tele americana quien lo hace, aunque no se fija sólo en las tetas (la mano de HBO cubre mucho más). Y el cine español se mira el ombligo en el espejo de los peliculeros americanos, pero no para desnudarse sino para exhibirse, con su flamante traje de luces y lentejuelas de Elvis patillero. En otras palabras: donde antes había tetas "por la patilla", ahora hay efectos especiales "porque yo lo valgo". Y vale, lo reconozco, efectos especiales los ha habido siempre. Lo que pasa es que antes estaban por exigencias del guión. Por ejemplo, en un thriller de intención realista sobre ETA un coche volaba por los aires; algo lógico y necesario (para la película). O en una fantástica comedia fantástica un Fiat Topolino volaba por el tiempo. En cambio, ahora los efectos especiales parecen estar, más que por exigencias, por antojos del guión. Por ejemplo, en una película "inspirada en hechos reales" te encuentras con una acumulación interminable de escenas oníricas dignas del Guillermo del Toro más alucinógeno, del Julio Medem más alucinado, y hasta de la niña repelente de los cines Balañá que te manda callar antes de que empiece la proyección. Y todo sin más propósito aparente que el de alargar hasta la eternidad una película que, si hubiera sido un corto, ya se habría hecho eterna. Pero lo peor no es eso: lo peor es cuando se atreven a desnucar (literalmente) a la protagonista, sólo para enseñarnos un puñado de vértebras. A su lado, Nip tuck parece un anuncio del juego Operación. Hablando de anuncios: algo parecido sucede en la publicidad actual, donde hasta el spot más anodino tiene su demo tridimensional, y ya no sabes si estás viendo los oligoelementos del Equipo Actimel o los tumores mamarios del doctor House.
Menos mal que después de ver Camino (o Cansino) pude regalarme una cura de descanso espiritual con Faemino y Cansado, y su versión inspirada (que no copiada) de "Camino Soria". Y sin más efectos especiales que un par de micrófonos.
Post postum. Dicen que un individuo ha robado un Goya. Seguramente se proponía hacer un remake esperpéntico y chanante de La hora de los valientes. Me pregunto qué habría pasado si hubiera robado un Goya de verdad. Por ejemplo, La maja desnuda. O a Goya Toledo, ya que estamos.
5 comentarios:
Buff, también me hice una cura faeminocansina. Tengo que decidir aún qué momento fue el mejor, aunque probablemente los pelínkanos deshidratados ganan por una cabeza.
Qué pena con las rotondas, con la mitad ya había muchas: instant classic!
Enric @ Vasava
Difícil elección, Enric. El hurón en la Wikipedia, el capitán Apolo, Dansveider…
Lo de inspirarse o no inspirarse en los Monty Python…
Y no sigo porque no quisiera destripar nada.
Pues a mí Camino, qué quieren que les diga, me parece un peliculón. Quizá lo único que quitaría es precisamente los disclaimers. ¿Miedo a una demandaca por parte de La Casa Sin Fronteras ;)? Probablemente...
No se trataba de enseñar un puñado de vértebras, sino de carnalizar a lo bestia. Que doliera, vamos. Y vaya si dolía. Pero no tanto como algunos invitados a la gala.
Y dejen lo de Faemino y Cansado porque no consigo entradas, coñe.
No, si peliculón es. Y ojalá hubiera más películas que pusieran al Octopus en su sitio. Pero empiezo a estar cansado de este afán por premiar tivimovies de lujo con efectos especiales y temática social, como si no hubiera otras películas tanto o más dignas de esos galardones. Por ejemplo, Los cronocrímenes puede gustar más o menos, pero es una de las películas más frescas y originales que se han hecho en este país desde El milagro de P. Tinto. Y creo que un Goya le habría ayudado a nivel de taquilla. Pero está claro que la ciencia-ficción sigue considerándose un "género chico" (y la comedia por ahí anda).
Qué buena, esta, tu página. Tienes cositas que me parto el culo. Volveré, pero primero he de irme.
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