El final del verano llegó y yo partí hacia la vieja Europa, un continente más pequeño que sus aeropuertos. Afortunadamente, la prensa toda estaba pendiente del nacimiento de una niña que se llama igual que su abuela.
En el equipaje me traje un deuvedé lleno de fotos y pequeños vídeos, distribuidos en cómodas carpetas:
Brasil 1: 589 ítems
Argentina 1: 134 ídem
Chile: 460
Bolivia: 358
Perú: 308
Ecuador: 55
Colombia: 194
Venezuela: 70
Argentina 2: 68
Brasil 2: 98
A esta última carpeta hay que añadirle un nonagésimo noveno ítem, cazado a última hora en el aeropuerto de São Paulo. Lamentablemente, su salida a la luz tendrá que esperar por dificultades técnicas. En fin, casi mejor: no me gustaría eclipsar la noticia del natalicio.
3 comentarios:
Bienvenido a casa, primito.
Besos.
Imma.-
¡Gracias, primma!
Siempre he tenido ganas de ir a Europa aunque nunca tuve la posibilidad. He estado en los últimos años alojado en los domicilios en cali y recorriendo distintas ciudades Colombianas disfrutando de sus hermosas playas
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