¿Habéis visto el último spot de Mimosín? Sí, ése en el que aparece el mítico osito de peluche bailando el limbo. Pues, por increíble que parezca, no es él. En efecto: el osito que aparece es una animación en 3D. ¿Por qué? Porque Mimosín está muerto (en el limbo, bailando el ídem).
Hay dos versiones acerca de la causa de su defunción. La primera sostiene que fue un asesinato. Que Norit, el borreguito, le retiró las toallas. Esta historia ya circulaba mucho antes de la muerte del peluche: una mezcla de leyenda urbana y chiste macabro comparable al del famoso (aunque falso) accidente del Dúo Sacapuntas en el kilómetro 22. Por ello, no me parece una hipótesis digna de consideración.
Yo, personalmente, me inclino por la segunda versión. Es la que apunta a una muerte por sobredosis, tal como aparece recogida en la canción No hay nada más frustrante que hacer anuncios de suavizante, de Un Pingüino en mi Ascensor. Por cierto, "El post de los 1000 pareados publicitarios" sigue abierto. En otro blog, pero sigue abierto.
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