10.12.11

Dramatic lecture




Éste es un avance de lo que se podrá ver el lunes 12 a las 21 en la SALAFlyHard, durante la lectura dramatizada de Només un anunci. Aún estáis a tiempo de hacer vuestra reserva en sala@flyhard.org. El precio de la entrada es de 3 euros. Un precio ridiculérrimo a cambio de la posibilidad de ver al equipazo de la FlyHard (Roser Blanch, Clara Cols, Pablo Lammers y Sergio Matamala, dirigidos por Jordi Casanovas) en un montaje irrepetible e improrrogable.

Y eso no es todo, amigos. El viernes, a la misma hora y en la misma sala, no os podéis perder (porque si os la perdéis es que estáis en otro sitio) la lectura de L'ànima de la nit, de Blanca Bardagil. Interpretarán: Montse Bernad, Alain Hernàndez, Edu Gibert y Eva Pérez.

Pero no se vayan todavía, que aún hay más. El lunes 19, a la misma bathora y en la misma batsala, tendrá lugar una tercera lectura: Gràcies, Mercè, de Cristina Clemente. Interpretada por Anna Lizaran y Anna Moliner.

Estáis avistados.

7.12.11

El libro apócrifo de los conejitos suicidas (6): Colgado por la música




Hay gente que mira con no muy buenos ojos a los que cuelgan en la red música protegida. Pero ¿qué sucede con las especies desprotegidas que la descuelgan para volverse a colgar? ¿Es que nadie va a pensar en ellas? Y lo más importante, pero no por ello menos último: si la música amansa a las fieras, ¿qué les hace a los animalillos indefensos? ¿Los desamansa?

26.11.11

Sólo un anuncio


Una empresa de agua embotellada está a punto de rodar un anuncio. Como aún no saben por qué guión decidirse, han organizado un test (o focus group) de última hora entre tres consumidores potenciales: Gràcia, la moderadora, les muestra unas viñetas a Herni, Elen y Diego, y ellos deben decidir cuál de las opciones les ha gustado más. En principio parece sencillo, pero ¿qué pasa cuando uno de los participantes es ciego?

Así arranca Només un anunci, mi segunda obra de teatro y, muy pronto, mi segundo estreno en la SALAFlyHard. Concretamente, el lunes 12 de diciembre a las 21 horas (repito: el 12 a las 21). Aunque esta vez será sólo una lectura dramatizada. Sólo un día. Sólo un anuncio.

La lectura (ahora viene lo mejor) estará dirigida por Jordi Casanovas e interpretada por Roser Blanch, Clara Cols, Pablo Lammers y Sergio Matamala. Un dream team al que agradezco desde aquí (y desde cualquier parte) el haberme hecho un hueco entre la comedia de terror Un home amb ulleres de pasta y la comedia de terroristas Burundanga. Sólo por eso no os deberíais perder la lectura. El precio de la entrada, de entrada lo digo, son 3 misérrimos euros (se pagan en taquilla, aunque conviene hacer la reserva mandando un saludo a sala@flyhard.org). Repito: lunes 12 a las 21. Sólo una lectura dramatizada. Sólo un día. Sólo un anuncio.



Que haya sólo una lectura lo hace más único, valga la perogrullada. Tomemos como ejemplo 1984, el spot de lanzamiento del primer Mac, creado por TBWA Chiat/Day, realizado por Ridley Scott y emitido (corregidme si me equivoco) una sola vez. Vale que fue durante el descanso de la Superbowl, un espectáculo con más público que el que cabe en la SALAFlyHard. Sin embargo, eso no quita que se emitiera (repito: corregidme si me equivoco) sólo una vez. Lo cual, tratándose del que para muchos es el mejor spot de todos los tiempos, no es moco de pavo.

Además, que haya sólo una lectura no quiere decir que no vaya a haber más. Por ejemplo, el viernes 16 de diciembre (misma hora, misma sala, mismo precio) tendremos el primer contacto con L'ànima de la nit, escrita y dirigida por Blanca Bardagil, artífice del exitazo Satisfaction, e interpretada por Montse Bernad, Alain Hernàndez, Edu Gibert y Eva Pérez. Un evento imperdible, imprescindible e improrrogable. Y no menciono las lecturas de los nuevos textos de Cristina Clemente y Jordi Casanovas porque aún desconozco sus títulos, sus repartos y sus fechas, pero permaneced atentos a vuestras pantallas. Que el que anuncia no es traidor.

Hablando de anuncios, ¿qué habría pasado si 1984 se las hubiera tenido que ver con un focus group?



(Encontrado en Male Copywriter, la página de Lawson Clarke, uno de los autores del vídeo, al que descubrí a través de un retuit de Quim Monzó.)

8.11.11

Ser puta y poner la cama


Hace mucho, mucho tiempo, fui un creativo publicitario en prácticas. Aunque no cobré ni un céntimo de las antiguas pesetas, y a pesar de que la "mansión creativa" no disponía de mesa de pimpón ni clientes molones, he de admitir que tuve mucha suerte: si me hubieran dicho que debía llevar a la agencia mi propio ordenador (un pecé de sobremesa de los años 90), durante seis meses, tal vez me habría buscado un trabajo más decente y saludable.

En una mina de uranio, por ejemplo.





(Ofertas encontradas en Domestika. Concretamente, aquí y aquí. Para leerlas sin forzar las dioptrías, también podéis pinchar sobre las imágenes.)

ACTUALIZACIÓN 9/11/2011:

Ya han retirado las ofertas, ignoro si debido a un ataque de cordura o a una avalancha de candidatos.

1.11.11

Citas paralelas (12)


No me siento capaz de caminar media milla para ver la mejor representación posible de Esquina peligrosa.

J.B. PRIESTLEY,
sobre una obra de J.B. Priestley

Deu milles per veure una bona armadura.*

MANEL,
sobre una obra de William Shakespeare**

La única "representación" de Esquina peligrosa que he visto es un texto*** traducido por Aurora Bernárdez, ex de Cortázar, pero debo decir que me parece mucho más digna de ver (y de leer) que la mejor de las armaduras. La obra arranca con un disparo, aunque la cosa no empieza a ponerse fea hasta poco después, cuando suena la "Marcha nupcial", a la que sigue una sucesión imparable de giros inesperados o desesperados, mientras los personajes (haciendo gala de un cinismo incisivo y de un civismo incívico) se dedican a contar verdades, tralará. Y al final, una pirueta deliciosa con bifurcación temporal y cuántica de las de quitarse el sombrero. Porque la obra es de 1932 y supongo que por aquel entonces la gente llevaba sombrero.

* Diez millas para ver una buena armadura.

**
Mucho ruido y pocas nueces, la película.

*** Incluido en
Tres piezas sobre el tiempo, junto a las obras El tiempo y los Conway y Yo estuve aquí una vez, y un prólogo del autor (al cual pertenece la cita disuasoria).

22.10.11

Mi primera y última novela (2)


Apreciados y eventuales lectores:

Aun sin haber abandonado por completo los planes A, B, C y D para dar a conocer mi novela al mundo editorial y mundial, he decidido pasar al plan LLL: levantar la liebre.



Aquí podéis obtener más información. La veda (como la liebre) queda levantada.

10.10.11

¿Cuánto tiempo hace que no viajas en el tiempo?




El jueves pasado se estrenó en la SALAFlyHard la obra Satisfaction, escrita y dirigida por la jovencísima pero superpreparada Blanca Bardagil. A primera vista, podría parecer que el título hace referencia a la popular canción de Benny Benassi (si pincháis en el enlace, acordaos luego de volver). Pues no. En realidad, está basado en una canción casi homónima: "(I can't get no) Satisfaction". Un tema que fue popularizado en su día por Otis Redding, aunque no es suyo, sino de los semidesconocidos Rolling Stones. Aclarado queda.



Satisfaction es una obra de gente insatisfecha. Como Rubèn, un hombre insatisfecho con su pasado. Como Sònia, una mujer insatisfecha con el futuro que le espera (o que ella se espera, porque en realidad su futuro inmediato se presenta mucho más funesto). Como Didiana, una chica satisfecha con su pasado reciente, por las alegrías que le ha proporcionado, pero insatisfecha por el dolor que está a punto de causarle. Como Bibiana, el personaje espóiler de la obra (y hasta aquí puedo leer).



Satisfaction es también una obra de viajes en el tiempo. Sí, como suena: ciencia-ficción de la buena, la de Los cronocrímenes y Regreso al futuro (hay muchas otras ciencia-ficciones de la buena, pero ahora no vienen al caso). De la primera tiene la economía de espacio y personajes. De la segunda, la necesidad del viajero por salvar la relación de sus padres (y, sobre todo, salvar a la madre, lo que nos retrotrae a Terminator). También podría citar a J.J. Abrams, con ese jardín de senderos universos que se bifurcan a lo Fringe por culpa de los viajes en el tiempo, como ya se vio en Perdidos y Star trek.



Los intérpretes son: Dani Arrebola, Concha Milla, Anna Navarro y Laura Ventura. Cuatro fantásticos (fab four) actores que se pasan la función viajando en el tiempo y el espacio (el reducido espacio de una cocina, para ser exactos), creando situaciones de enredo que, paradójicamente (como la muy interesante paradoja del abuelo), no se enredan en jardines de cerezos física cuántica. Y es una comedia, por si no lo había dicho. Lo digo en serio: el día del estreno el público se rio copiosamente, y eso que en ningún momento se equivocaron los actores, ni se tropezó nadie, ni nada de eso; al contrario, todos ellos estuvieron enormes.

Apuntad: Satisfaction, de Blanca Bardagil, una autora que dará mucho que hablar, aunque no durante el tiempo que dura la función, porque entonces sólo dará que hablar a los actores. De viernes a lunes (menos los domingos), a las 9 de la noche (menos los sábados, que es a las 10 y media), en la SALAFlyHard.* Las reservas se pueden hacer por email a sala@flyhard.org, o llamando por teléfono al 655 851 709 (de lunes a sábado, de 4 de la tarde a 9 de la noche), tal que así:



FOTOS: © Roser Blanch

* Ya sé que sólo hago buenas críticas de esta sala, y que esto puede llevar a algún malpensado a poner en tela de juicio mi objetividad. Pues que siga pensando mal, porque no acertará. No obstante, si aún tiene dudas, que se pase por la calle Alpens número 3 de Barcelona, previa reserva. Y si no sale
satisfecho, que me mande la discografía completa de los Rolling Stones y la trilogía de Regreso al futuro más las zapatillas de Marty McFly (calzo un 40, pero también probaría con un 41, por si acaso), y le devolveré los cinco euros de la entrada.

31.8.11

¿Rojeces o enrojeces?






La primera imagen es un fotograma del penúltimo capítulo de Plaza de España, magnífica y tristemente extinta (que no exroja) sitcom ambientada en la Guerra Civil. Los personajes que aparecen son los rojos oficiales del pueblo (donde oficiales es un adjetivo).

La segunda imagen es un fotograma del último capítulo de Plaza de España. Los personajes son uno que va de rojo (aunque no vaya de rojo) y el exalcalde republicano del pueblo.

Antes de seguir leyendo, volved arriba y fijaos en las sobreimpresiones (los manchurrones azules). ¿Ya lo habéis hecho? Bien. Es que, si no os fijáis, luego no se entiende la entrada y, como últimamente apenas me comentáis, pues ya no hay manera de saber qué es lo que habéis entendido. Vamos, que si no fuera por los "me gusta" del Facebook creo que ya habría cerrado el blog. Que no, que es broma. Fin del inciso.

La selección chilena de fútbol se llama La Roja desde tiempos inmemoriales.

La selección española de fútbol también se llama La Roja desde tiempos inmemoriales (desde aquellos maravillosos años en que Cuatro aún no era una sucursal de Telecinco).

Águila Roja se llama Águila Roja desde la primera temporada.

Conclusión: TVE será una tele sin publicidad, pero su departamento de planificación de medios es la caña.

ACTUALIZACIÓN 1/9/2011:

La que está extinta es la primera temporada, no la serie (en principio). Pero ayer estaba en plan negativo, y no quería que la realidad me estropeara una mala noticia.

2.8.11

La edad de la inocencia


Antiguamente, los famosos con fama de buena gente podían beneficiarse de su bondad. Por ejemplo, el exfutbolista Gary Lineker fue elegido para protagonizar una serie de anuncios en los que ironizaba sobre su bonhomía.



Ahora, en cambio, sale más rentable tener fama de infame.



Viva el mal. Viva el capital.

25.7.11

Cuando Clark encontró a Supermán: La película


En Telón de fondo, Marcos Ordóñez dice que Lluís Pasqual dice: "Un espectáculo teatral no puede descargarse de la red ni duplicarse: los asistentes compran un producto artesanal y único."

Bueno, Els últims dies de Clark K.* tal vez no pueda descargarse, pero sí puede verse online.

Y no solo eso: también puede compartirse en blogues, tuíteres, féisbuques y guguelpluses. Por no hablar de los emilios de toda la vida, o la típica pregunta al compañero de oficina: "¿Tienes un segundo ochenta y tres minutos?"

Por favor, apagad los móviles. La función está a punto de empezar.




* El vídeo está en catalán sin subtítulos. Quien lo desee puede solicitarme el texto en castellano (diferente de la versión disponible en Bubok)
.

17.7.11

Teatrorradio




Las bicicletas son para el verano es una obra de teatro de Fernando Fernán Gómez que, no contenta con dar el salto al cine, se dispone a dar el salto a la radio. Esto se llama radioteatro, o eso dicen. En realidad, la RAE sólo incluye una acepción: radioteatro es como llaman en Argentina, Bolivia y Uruguay a las radionovelas. Flashback: una vez, en Buenos Aires, fui con Camila a ver lo que creíamos que era una obra de teatro y resultó ser un programa radiofónico con público. En resumen: un lío transmediático.

Pero yo no he venido a hablar de la obra de Fernán Gómez, de la que sólo conozco su versión cinematográfica. Por cierto, el propio autor reconocía que prefería el cine al teatro porque no le gustaba que le miraran mientras estaba trabajando. Por tal regla de tres, infiero que preferiría la radio al cine. En cualquier caso, yo lo que quiero es hablar de Nit de ràdio dos punt zero, la nueva obra teatral de Cristina Clemente, autora de la inolvidable Volem anar al Tibidabo.

Como habréis adivinado, la acción transcurre en una emisora de radio a las tantas de la noche. Concretamente, durante la emisión (y en los minutos previos) de Ho busco però no ho trobo, un espacio de consultas. El público (el del programa) llama solicitando ayuda para buscar un triciclo de segunda mano y objetos por el estilo. Hasta aquí todo resulta muy fácil, Google mediante. Los únicos problemas que debe afrontar el equipo resultan ajenos a la naturaleza del programa. Pero son estos problemas precisamente los que se entrometerán en la emisión, como un troyano, alterando su dinámica, su filosofía y hasta su ética. Y entonces, lo que era un programa tan minoritario que el mandamás de la emisora apenas le prestaba atención (como sucedía con la teleserie de Saga, la novela de Tonino Benacquista), se convierte en… bueno, tampoco os lo voy a contar todo. Será mejor que lo veáis con vuestros propios ojos y lo oigáis con vuestros propios oídos. En la SALAFlyHard, hasta el 1 de agosto.

Información adicional para indecisos: Nit de ràdio dos punt zero es una comedia divertida y mordaz que no sólo enlaza el teatro con la radio, sino que además les da un buen repaso a las redes sociales. También las de Internet. Una obra que habla del éxito y el fracaso, los sentimientos y su instrumentalización (cómo me gusta esta palabra). El equipo artístico (Clara Cols, Pablo Lammers, Sergio Matamala y Alícia Puertas, y las colaboraciones de Blanca Caminal y las voces) y técnico están magníficos. Y el público sale satisfecho pero con ganas de más. Porque engancha. Engancha mucho.



Post postum. La interfaz de publicación de Blogger siempre incluye unas etiquetas de ejemplo. En su versión española son éstas: motocicletas, vacaciones, otoño.

FOTOS: © Roser Blanch

10.7.11

Es cosa de hombres




La escena transcurre en una prestigiosa bodega italiana.

–Pues no lo entiendo.
–¿Qué es lo que no entiendes?
–No entiendo cómo puede haber gente en España capaz de comprarlo.
–¿Por qué no?
–¿Pero tú lo has probado?
–¿Que si lo he probado? ¡Claro que lo he probado!
–¿Y no te parece raro que alguien lo compre?
–Eso es porque no lo han probado. Primero lo compran y luego lo prueban.
–Claro, pero… ¿en España?
–Ya, es raro. A no ser que…
–¿A no ser que qué?
–A no ser que sea por el anuncio de Facebook.
–¿Tú crees?
–Sí, creo que sí. El copy es impecable.
–¿El copy?
–Es una palabra inglesa. Quiere decir 'texto publicitario'.
–Ah.
–Es que sé idiomas.
–Ya.
–Es muy útil.*

* En italiano en el original. (N. del T.)

3.7.11

Greguería, greguería


La democracia empezó en Grecia y acabó con Grecia.

Empúries es la prueba de que los mercados griegos (Eμπόριον) están en la ruina.

Grec es griego en catalán. Grec también es un festival estival que se celebra en Barcelona desde los tiempos de Esquilo.

En este marco incomparable tiene lugar Contra la democràcia, obra de Esteve Soler que cierra una trilogía (como las obras griegas, que en realidad eran tetralogías) iniciada por Contra el progrés y secundada por Contra l'amor.

Contra la democràcia se subtitula 7 obretes de Grand Guignol, pues encadena siete piezas sobre personajes encadenados (física, psicológica y socialmente).

En cada una de ellas reina un humor vitriólico y punzante como una viga en el ojo. Una serie de sketches que van de Chuck Jones a Samuel Beckett, por decir los dos primeros nombres que se me han pasado por la cabeza. (Miento: primero se me pasó por la cabeza el nombre de Tex Avery, pero quería decir Chuck Jones, que es el del Correcaminos.) Lo de Beckett es normal, claro, porque la obra se puede ver en la Sala Beckett (hasta el 24 de julio). Y porque me acordé de Esperando a Godot (esto también es normal: lo leí hace cuatro días, no me preguntéis por qué).

El director es Carles Fernández Giuia, y los actores, Dani Arrebola, Pep Jové, Josep Julien y Laia Martí, la más grande. Todos ellos se dedican a repartir hostias como panes, porrazos como mossos, sopas con honda y pedruscos con tirachinas.

Y la hora y cuarto de duración pasa volando, a pesar de que no es una comedia ligera (en apariencia pesa poco, pero eso es porque se trata de un archivo comprimido). Entonces piensas que te habría gustado ver las otras dos obras, aunque en el fondo sabes que no te habrían gustado tanto como ésta. En primer lugar, porque ésta te ha gustado mucho. En segundo lugar, porque Walter Benjamin ya se metió con el progreso (eso dice Hessel), y Tonino Carotone ya se cagó en el amor. Y vale que ahora todo el mundo se caga en la democracia, empezando por Platón, pero es que ya va siendo hora de actualizarla (como tuiteó alguien).

Leo en el programa que la última versión fue escrita en una isla griega. La última versión de la obra, no de la democracia.

La democracia es como el abrefácil: como concepto está muy bien, pero en la práctica sientes que te han tomado el pelo.


13.6.11

Cataluña tenía un precio


El año pasado una mujer de Vigo compró el Sol. Bueno, en realidad no lo compró: le salió gratis. Dijo que el Sol era suyo, y a un notario primero le dio la risa y después (el notario) le dio la razón. Hasta aquí, todo claro. Pero tengo una pregunta: si la dueña del Sol es gallega, ¿el Sol también es gallego? ¿O la gallega es solar? Dicho de otro modo: ¿la nacionalidad de uno viene determinada por sus posesiones, o las posesiones adquieren la nacionalidad de su propietario?

Por ejemplo, si un señor compra Cataluña (en este caso no le saldría gratis), ¿se convertirá automáticamente en catalán? ¿O deformará el concepto de catalanidad de forma que pueda englobarlo a él, en tanto que propietario, pues de todos es sabido que qui paga mana?

Ser o no ser catalán, ésta es la cuestión (entre otras muchas) sobre la que se articula Una història catalana, espectacular espetec western de Jordi Casanovas y la compañía T6 que ahora mismo (y hasta el 26 de junio) se puede ver en el Teatre Nacional de Catalunya, valga la redundancia. También es la historia de un ascenso: desde las profundidades de la Mina hasta la terra alta del Pallars, dos territorios fronterizos que acabarán colisionando de manera contundente. Porque, aunque dicen que pagant Sant Pere canta, quien algo quiere algo le cuesta. Y, si bien es cierto que quien la sigue la consigue, no es menos cierto que acabará encontrando la horma de su zapato, o una aguja en un Pallars. Y qui la fa la paga. En resumen, que se puede armar la de Dios es Cristo, como tampoco podía ser de otra forma, tratándose de un western, con todas las de la ley, del autor de Wolfenstein y Sopar amb batalla (que no son Canción de cuna, precisamente).

Conclusión: que hay que verla, porque además los actores se salen, consiguiendo que el público se meta (en sentido figurado, que luego se meten conmigo por decir lo que no he dicho).



Y próximamente en la SalaFlyHard:

10.6.11

El toro por los dientes


El francés no hay por dónde cogerlo.

Por ejemplo, la cosa de los toros ha sido declarada Patrimoine Culturel Immatériel de l'Humanité. Yo siempre había creído que humanité quería decir humanidad, pero se ve que no. Se ve que en francés quiere decir lo contrario.



Otro ejemplo: la palabra email no significa correo electrónico, sino algo de los dientes (llámalo esmalte). Y el rouge no es rojo (como Russian Red, que tampoco es roja, y se sospecha que ni siquiera es rusa), porque el rojo es un color que no pega con los piños (ni el azul con los sugus de piña).

Sólo me ha quedado clara una cosa: si quiero sacar la pasta, lo mejor será no quitarle el precinto. Como está relacionado con el patrimonio cultural, seguro que me saco una pasta en Sotheby's.

(Vie Ariadna y Colorlili. Merci!)

8.6.11

La importancia del guión


Yo me quería hacer una web personal. Una web de esas a las que uno accede escribiendo su nombre personal, seguido de punto y com, o punto y es.

Pero primero debía sortear un escollo importante: si escribía www.albertoramos.com o www.albertoramos.es, accedía a páginas personales (muy personales) que nada tenían que ver con mi persona.

Desde luego, existían otras opciones, como las que me llegó a sugerir una web ignominiosa de cuyo nombre no quiero acordarme:



¿Qué podía hacer? ¿Aprovechar la campaña de Aquarius para cambiarme el nombre?

Pues sí, podía haberlo hecho, pero he acabado haciendo otra cosa. Una cosa mucho más sencilla y muchísimo más inteligente (lástima que ya estuviera inventada): he colocado un guión entre el nombre y el apellido. Tal que así: www.alberto-ramos.com.

Definitivamente, el guión marca la diferencia.



(Se puede pasar.)

3.6.11

Cuando haces autoestop ya no hay stop


El autoestop debe de ser muy adictivo. De hecho, una vez conocí a un hombre que lo había practicado por tierra, mar y aire. Sólo le faltó el espacio, medio favorito de Ford Prefect, coprotagonista de la Guía del autoestopista galáctico.

No voy a decir nada que no se haya dicho ya sobre la obra más famosa de Douglas Adams (no porque no pueda, sino porque ahora mismo no me apetece). Una obra con fans en todo el mundo y parte del Facebook:



Lo que más me gusta es el doble "me gusta" representado por el gesto universal del autoestop.

31.5.11

Citas divergentes


Puig anuncia que revisará la instalación de cámaras en las comisarías de los Mossos



Felip Puig defiende dotar a los Mossos de cámaras para defender sus actuaciones


¿En qué quedamos?

28.5.11

La hincha


Imaginemos a Carmen Machi comprando El País. Hoy sale la crítica de Falstaff, y está ansiosa por devorarla:

La descomunal Carmen Machi borda una despedida tan perfumada y seca como un chinchón (no se puede decir más con menos, y no se puede decir mejor), y tras ese lirismo acre llega un epílogo con aroma de cerveza fresca, nocturna y compartida entre un Falstaff que nunca morirá y el joven Rumor, convertido para la eternidad en su nuevo compañero de correrías.


Pero aún no ha tenido tiempo de abrir el periódico cuando la intercepta una admiradora. La gran dama del teatro se prepara para recibir un entusiasta elogio a su gloriosa interpretación shakespeariana. Su ego empieza a hincharse ante el inminente ditirambo (aunque lo disimula a la perfección, gracias a la aplicación semiautomática de ciertos trucos aprendidos y perfeccionados durante largos años de carrera). Por no hablar de sus glándulas salivales, que también hacen de las suyas. Y entonces:

–¡Ya te he visto en el anuncio ese del Activia!



¿Os habéis fijado? No se trata solamente de un ejercicio ejemplar de metapublicidad. También es la prueba concluyente y definitiva de que existen los universos paralelos.

21.5.11

Una comedia que no se olvida




Esto que acabáis de ver forma parte de Volem anar al Tibidabo, obra de Cristina Clemente que se estrenó anoche en la SALAFlyHard. Os preguntaréis cómo es posible que una obra estrenada un viernes por la noche ya se pueda ver online un sábado por la mañana. La respuesta errónea es que la tecnología avanza una barbaridad. La respuesta correcta es que la obra que se estrenó anoche no se había estrenado anoche: se había estrenado en 2008. Ya lo dijo Heráclito, filósofo presocrático y precuántico: bajamos y no bajamos al mismo río. Del mismo modo, la misma obra se estrena y no se estrena. Y eso pasa siempre, no sólo con los estrenos: cada vez que una obra de teatro se representa, es y no es la misma.

Erwin Schrödinger, físico cuántico, dijo algo parecido: el mismo gato puede estar a la vez muerto y no muerto; la única condición es que no haya nadie mirando. O, lo que es lo mismo, ojos que no ven, gato que no siente. Volem anar al Tibidabo va un poco de eso: de ocultar una enfermedad a los ojos de la gente. Dicho así suena a Mi vida sin mí. Pero si digo que el personaje enfermo (a quien, por cierto, nunca vemos) y los personajes empeñados en ocultar la enfermedad no son el mismo personaje, la cosa cambia. Si encima añado que, para ocultar la enfermedad, los personajes tienen que hacer mucho teatro (me vienen a la mente Good bye, Lenin! y El pitufo astronauta, el mejor cómic de todos los tiempos), el drama se convierte fácilmente en comedia. Y retiro lo de fácilmente, porque no es nada fácil hacer una buena comedia que gire en torno al alzhéimer (ya lo he dicho) sin que recuerde a El hijo de la novia, y Volem anar al Tibidabo es una buena (excelente) comedia que ni la recuerda ni falta que le hace.



Roser Blanch, Clara Cols y Alícia Puertas son las encargadas de encarnar a los personajes de esta premiada y repremiada obra. Si queréis ver a tres actrices en estado de gracia, pero en el barrio de Sants, no vayáis al Tibidabo: acudid a la SALAFlyHard (Barcelona capital), cualquier viernes o sábado a las 22.30 o cualquier domingo a las 19, no más tarde del 5 de junio. Y si, por lo que fuera, no os fuese bien, los lunes a las 21 tenéis función de Un home amb ulleres de pasta, de Jordi Casanovas. La misma sala, las mismas actrices (menos Alícia, que ya la visteis en Els últims de Clark K., los que la visteis), más dos actores tremendos (Pablo Lammers y Sergio Matamala) y un gato encerrado.

Para acabar, os dejo con un diálogo que ya tenía escrito y me viene que ni pintado:


SUPERMÁN: Lois… Estaba pensando… Estaba pensando que hace tiempo que no vamos al Tibidabo. ¿Qué te parece si vamos…?
LOIS: ¿Cuándo?
SUPERMÁN: Ahora.

13.5.11

Sin Chronic City


Sin


Algún día hablaré de "El séptimo sello", una breve pieza teatral de Woody Allen que me persigue con persistencia desde mucho antes de haberla leído. Está incluida en el libro Cómo acabar de una vez por todas con la cultura, incluido a su vez en el volumen Cuentos sin plumas.

La semana pasada estaba en el ferrocatalán leyendo uno de los relatos del libro Sin plumas (también incluido en Cuentos sin plumas). Tras acabarlo, me planteé la posibilidad de empezar el siguiente, un cuento sobre Van Gogh en un universo alternativo: "Si los impresionistas hubieran sido dentistas (Una fantasía que explora la transposición de temperamento)". Al final, y como faltaba poco para mi parada, opté por no empezarlo. Poco después, al bajarme del tren y encaminarme hacia la salida de la estación, me topé por vez primera con el cartel de la última película de Woody Allen. A los que no lo hayáis visto, sólo os diré una cosa: si Van Gogh levantara la cabeza no vacilaría en adscribirse al movimiento surrealista, escuela navaja en el ojo. (Sólo espero que la película sea muchísimo mejor; o, por lo menos, tan genial como el cuento.)

Por cierto, cada vez que veo los nenúfares de Monet me retrotraigo proustianamente a la sala de espera del dentista al que acudía de pequeño. También me acuerdo de City, de Alessandro Baricco.

Chronic


Esta mañana zapeo con el desayuno. En la primera de TVE están entrevistando a Jordi Hereu, alcalde alcaldable de Barcelona. En la 2 hay un reportaje sobre Sicilia. TV3 emite otra entrevista a Jordi Hereu. Y el 33, otro reportaje sobre Sicilia.

City


Había empezado a leer Emaús, de Baricco. Poco después, y como no suelo leer los libros de un tirón, fui a coger el primer punto de libro que encontré por casa.



Estoy seguro de que el modelo del punto de libro es pariente cercano de Baricco. De hecho, está leyendo un libro en italiano (esto no prueba nada, pero tampoco lo desmiente).

Epílogo/Epicentro


"La noche pasada soñé que Murcia iba a desaparecer", canta Sr. Chinarro en la gloriosa "Babieca". Y la semana pasada, en un festival de Murcia llamado SOS, Patti Smith le pidió que la acompañara a la guitarra. Pero ésta es otra historia, y ahora no toca.



VÍDEO: © Los créditos aparecen en el minuto 5:55.

7.5.11

Mi primera y última película


Hoy se presenta en Úbeda (pueblo natal de Sabina, Muñoz Molina y, aunque no rima, JJ Merelo) Clasificados, un largometraje que todavía no se ha rodado. Así que no sé exactamente de qué hablarán en la rueda de prensa. Tal vez del guión.

Por cierto, el guión es mío.

Que no me hayan convocado a la presentación es algo perfectamente comprensible, habida cuenta del lugar que ocupo en la clasificación de Clasificados (si pincháis en la imagen podréis leer algo):



Próximamente en sus pantallas.

O no.

Bueno, no sé.

1.5.11

Mi primera y última novela


Después de enviarla a varios:

A) certámenes,
B) editoriales y
C) agencias literarias

y no obtener ningún tipo de respuesta (salvo tres rechazos y una propuesta draconiana de coedición), estoy planteándome pasar al plan D.



Próximamente en sus pantallas.

O no.

Bueno, no sé.

21.4.11

Semana Resanta




Voy a la feria a pasarlo bien
Un libro, una rosa, ¿y luego qué?
¡Neruda no, por Dios, ese era un malaje!
De autoayuda, no
Prefiero un libro de masajes
Con un final feliz

SR. CHINARRO
Presidente


El santoral hace extraños compañeros de cama: que coincidan en el mismo pedazo de calendario la Semana Santa con la diada de Sant Jordi es tan sui géneris como introducir una Fnac en una plaza de toros.

En un acto de sincretismo (signifique esto lo que signifique) sin precedentes, Sant Jordi se ha liado la manta al yelmo, y ha dicho: "Si he desflorado dragones, ¿no voy a poder darle una buena somanta a la Semana Santa?" Y un poco más y la emprende con los dragoncetes de Juego de tronos (lo habría tenido a huevo, la verdad), épica serie de la HBO estrenada el domingo de Ramos.

Y claro, con este desbarajuste cronológico no es de extrañar que me haya tropezado antes de lo previsto con el asunto que iba a protagonizar mi entrada del día 23:

En la web de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya ya se puede descargar el ebook (pdf y epub) 10 viatges, editado por Intermón Oxfam.

El libro está compuesto por diez cuentos, entre los que se cuenta uno mío. Y ahora viene lo mejor: los demás relatos han sido escritos por autorazos como Pau Rubio (o Senil Dion, el de La vida en chándal), Ramon Pardina (que acaba de publicar L'home més feliç del món, un libro de cuentos donde todos los cuentos son suyos), Jordi Sierra i Fabra (autor de cientos de cuentos y libros, entre ellos La rosa de Sant Jordi, ilustrado por Teresa Ramos)… Bueno, os copio el índice y así acabamos antes:

"La maleta"
Xavier Cortadellas

"El reflex/ella"
Ramon Pardina

"Les sabates de la guerra"
Àlex Prats

"Ací hi ha lleons"
Pau Rubio

"L’ull de la tortuga"
Judit Pujadó

"D’obligada lectura"
Alberto Ramos

"Impostura"
Sergi García Pueyo

"Inundació"
Anna Manso

"Pijames"
Núria Riera Carrillo

"10 minuts al ferrocata"
Jordi Sierra i Fabra


Yo los he leído y puedo decir que nueve de cada diez relatos no defraudan, sino todo lo contrario (el décimo es el mío). En serio, es una lectura altamente recomendable, y no la encontraréis en librerías, ni en plazas de toros. Sólo aquí.

Como habréis adivinado, está en catalán. Si el idioma os supone un handicap o un maldecap, siempre podéis pasar al plan B: "Baja", un relato que acaba de publicarme El Heraldo del Henares.

Feliz Resant Jordi.

ACTUALIZACIÓN 27/4/2011:

Si no encontráis el libro, es normal: ya ha pasado Sant Jordi y la web de FGC ha vuelto a su rutina diaria. Pero no desesperéis ni os arrojéis a las vías, porque todavía funcionan los enlaces permanentes: aquí para la versión pdf y aquí para la epub.

19.4.11

El día después del último día de Clark K.
















Se acabó. Ayer Els últims dies de Clark K. bajó definitivamente el telón… o la capa.

Lo bueno de los estados de Facebook y los tuiteos de Twitter es que sueltas el párrafo anterior y te quedas tan ancho, porque no hay espacio para mucho más. Con los blogs es distinto. Y es peor. Aquí no tengo excusa para hacerme el estrecho y no ahondar en la profusión de sensaciones, emociones, anécdotas y experiencias que me han dejado casi dos meses de funciones y medio año de preproducción.

Podría decir que no va con la línea editorial del blog, pero ¿a quién pretendo engañar? Este blog no tiene concepto, y en un blog sin concepto todo tiene cabida.

Y es una mierda, porque no me apetece ponerme sentimental.

Sólo diré que ha sido un placer inmenso conocer y trabajar (aunque han trabajado ellos, yo sólo hacía ver que escribía en el portátil) con Jordi, Borja, Laia, Sergi, Alícia, Blanca B., Marina, Blanca C., Dani, Roser, Clara, Pablo y Sergio. Decir que son unos superhéroes sería quedarme corto, y para quedarme corto ya tengo Twitter. Más que superhéroes, son los superhéroes del planeta de los superhéroes. Y me sigo quedando corto, muy corto.



Gracias a todos los que habéis venido, a los que lo habéis intentado, a los que estuvisteis a punto, a los que os quedasteis en la puerta… Agradecido y emocionado, solamente puedo decir: GRACIAS POR VENIR.

SUPERFOTOS: © Roser Blanch

2.4.11

Vías de doble contrasentido




I


Ya hablé en su día de los billetes de tren que no se pueden fumar. Hoy les toca el turno a los billetes de tren que no son válidos para viajar.

No hace falta señalar que esta presunta invalidez, además de un contrasentido, es una falsedad. Que yo sepa, no está prohibido subir a un tren (ni a un autocar, ni a un barco, ni –de momento– a un avión) con uno de estos billetes.


II


Cada vez que la megafonía de la estación de Sants proclama que "Para este tren no son válidos los billetes de Cercanías", me entran ganas de contestar: "Para este viaje no se necesitan alforjas."

¿Desde cuándo no está permitido viajar en AVE con un billete de Cercanías entre las páginas de, pongamos, una novela de Antonio Orejudo? ¿O acaso sólo se pueden marcar las páginas con puntos de libro homologados?


III


Esto lo publiqué en Facebook a principios de año:



Gracias a la nueva ley antitabaco, la terraza del bar de la estación ya dispone de estufa. Los pasajeros, en cambio, siguen pasando frío en los andenes mientras los altavoces informan de que "está prohibido fumar en el recinto de la estación".

21.3.11

Me busco




Llevo muchos días sin actualizar este blog, lo cual no deja de ser normal, teniendo en cuenta que me encuentro desaparecido. Si alguien me halla, o cree tener alguna pista sobre mi paradero, ruego envíe un mensaje a sala[arroba]flyhard.org (o llame al 655 851 709, de 4 a 9 de la tarde, excepto domingos) y haga una reserva. No será recompensado económicamente, pero por la friolera de 5 o 10 euros podrá ver una obra de teatro sin par ni parangón (y que ha sido prorrogada hasta el 18 de abril, y porque justo después viene la Semana Santa y no queremos robarle espectadores a La Passió, que si no…).

Post postum. El otro día me estaba buscando (egosurf ergo sum) y acabé encontrando esta entrada (incompleta: faltan obras de Javier Daulte y Jordi Casanovas y muchos otros) de la Wikipedia.

8.3.11

Buena prensa


Podría echársela a Yoko Ono o al chachachá, pero no sería justo: la culpa de todo (o de un 90 por ciento, mientras no se demuestre lo contrario) la tiene Wendolin Kramer.

¿Y quién es Wendolin Kramer?

Wendolin Kramer es una superheroína que quiere ser detective. O quizás es una detective que quiere ser superheroína. O… Bueno, creo que le dedicaré una entrada en un futuro breve, cuando me aclare un poco las ideas (mediante un brainwash). De momento, sólo diré que Wendolin Kramer es la protagonista de Wendolin Kramer, la última novela de Laura Fernández. Evidentemente, hablaré de ella en la entrada que le dedicaré a su novela en el futuro, del mismo modo que hablé de ella en la entrada que le dediqué a su anterior novela en el pasado, y del mismo modo que volveré a hablar de ella en esta misma entrada.

Vale, todo esto está muy bien, pero ¿de qué se acusa a Wendolin Kramer?

Se la acusa de haber absorbido un 90 por ciento de mi tiempo libre, incluida la porción de tiempo necesaria para actualizar este blog. El otro 10 por ciento, por cierto, es imputable a la Guía del autoestopista galáctico, libro de Douglas (como el chicle) Adams (como el chicle) que tenía previsto empezar tras la finalización de Wendolin Kramer (y después de haber actualizado este blog), pero que cogí por error un día que andaba (corría) con prisa, cuando el libro que tenía que haber cogido es Wendolin Kramer, y eso que éste tiene la portada eminentemente azul y aquél la tiene predominantemente naranja, pero me parece que me estoy yendo por los cerros galácticos de UB313.

Perfecto. Ya he actualizado el blog. Y ahora ¿qué?

Ahora toca retomar la entrada anterior. Como recordaréis, dicha entrada (estoy evitando el vocablo post aposta) hacía referencia a algunas de las reacciones que el estreno de Els últims dies de Clark K. había suscitado en los medios de comunicación, y concluía con un prometedor "Continuará".

Y he aquí la continuación propiamente prometida:

El miércoles de la semana pasada (ya he dicho que mis lecturas me han tenido muy ocupado), El Punt publicó una entrevista que me había realizado Jordi Bordes. También la publicó el diario Avui, pero no hace falta que pinchéis en los dos enlaces.

Y el jueves aparecí en el suplemento Tendències de la edición catalana de El Mundo (en efecto, el mismo suplemento que hace cuatro años sacó a la luz mi oscuro blog quesero). El reportaje lo firmó Laura Fernández. ¿Y por qué lo firmó? Porque es la autora del reportaje, claro. También es la autora de Wendolin Kramer, pero eso ya lo había dicho.



Por cierto, fue a través de Laura Fernández como conseguí otro lector: Carlos González Peón estaba leyendo un artículo de Javier Calvo que le llevó al blog de Laura Fernández, y en el blog de Laura Fernández leyó una entrada que le condujo al texto primigenio en que se basa Els últims dies de Clark K. (Los últimos días de Clark K.), pero casi mejor que os lo cuente él mismo en su propio blog, que tiene mucha más gracia.

Definitivamente, la semana pasada fue una pasada de semana. Y ésta va por el mismo camino: ha empezado con el anuncio de la prórroga, por dos semanas más, de la obra. Concretamente, hasta el 28 de marzo.

Si la cosa sigue así, lo mismo habrá que pasar a los penaltis.

1.3.11

Los periodistas también pagan


I


Las entradas de la SALAFlyHard tienen dos precios: 5 y 10 euros. El espectador dispone de completa libertad para elegir uno u otro, en función de sus posibilidades o de su generosidad. En ambos casos, se trata de precios irrisorios, si se comparan con los precios que se gastan otros teatros (con un aforo hasta veinte veces mayor y, por lo tanto, muchísimo más rentables). Así, es comprensible que no haya invitaciones. Ni siquiera para los periodistas.


II


Diálogo de periodistas en Twitter:

xxxxx
@yyyyy Eh! Yo tb quiero ir a ver el Clark Kent! Tienes el contacto de prensa?

zzzzz
@xxxxx @yyyyy Prensa? En la Flyhard? Yo tuve que ir pagando! Tú yyyyy? Te dejaron colarte?

xxxxx
@zzzzz @yyyyy Ahora entiendo pq la sala Flyhard sale tan poco en los medios…


III


El periodista @xxxxx se equivoca. Estoy bastante seguro de que la SALAFlyHard, con apenas cuatro meses de vida, ha salido más en los medios que teatros más veteranos donde los periodistas pueden entrar por la patilla.

El sábado, sin ir más lejos, La Vanguardia la incluyó en un reportaje sobre las salas pequeñas de Barcelona. Además, Jordi Casanovas apareció en la sección de los semáforos (con una luz verde, claro).

Y el domingo volvió a salir en el mismo periódico:



(Pinchando encima se lee mejor.)*

Continuará.

* Gracias a @marc_ribo por compartir el documento.

20.2.11

Anuncio trampa




A simple vista, parece una oferta de empleo publicada en Domestika por una agencia de publicidad asturiana, pero en realidad es una trampa urdida y tendida por Lex Luthor, que ha trasladado su base de operaciones a Avilés.

Si no me creéis, releed la oferta (la leeréis más holgadamente pinchando encima) y preguntaos qué es exactamente lo que están buscando.

¿Es un director de arte? ¿Es un redactor? ¿Es un director creativo? ¿Es un director de cuentas? ¿Es un planificador estratégico?

No: ¡es Supermán!

(Por cierto, a partir del jueves 24 de febrero podréis ver a Supermán en la SALAFlyHard. Habéis leído bien: a partir del jueves 24 de febrero. Lo de que se iba a estrenar el jueves 17 fue una falsa alarma.)

14.2.11

De Baltimore a Nueva Orleans (19 horas y 40 minutos, según Google Maps)




Es imposible ver Tremé sin pensar en The wire. Claro que si no has visto The wire, es posible que veas Tremé sin pensar en The wire. Pero, si no has visto The wire, ¿qué haces viendo Tremé? ¿Qué haces leyendo este blog?

Tremé (yo lo escribo con tilde, aunque en la serie va sin, así que no sé) es el último artefacto televisivo de David Simon, cocreador de The wire. Ambas series tienen muchas cosas en común. Para empezar, son muy realistas, pero con ese realismo que a veces, más que realista, es real. Porque The wire es muy real. Aunque los hechos que narra sean ficticios, hunden sus raíces en la realidad misma.

David Simon había sido periodista. Ed Burns, el otro cocreador, había sido policía. Y profesor. ¿O el profesor era Simon? No, creo que era Burns. Esta duda se podría despejar si me documentara como es debido. Pero, si me documentara como es debido, estaría trabajando en el Baltimore Sun, o en la HBO. Digo que David Simon había sido periodista, y Ed Burns (no confundir con el director de Ella es única) había sido policía y profesor, porque la serie iba de policías y periodistas y profesores y políticos y muchas profesiones que empiezan por P, y se notaba que sabían de qué hablaban, porque lo habían vivido, y lo que no, pues se lo inventaban, pero después de haberse documentado como buenos periodistas (a los malos les basta con mirar los trending topics del Twitter) y como buenos guionistas (aquí debo mencionar a George Pelecanos, Richard Price, Dennis Lehane y toda la peña). Y… me he perdido. Ah sí, que The wire es una serie basada no tanto en hechos reales como en la realidad pura y dura y cruda. De hecho, algunos de sus personajes están interpretados por personajes reales (gentes del hampa local, ya rehabilitados, creo). El resto del reparto son actores enormes pero desconocidos para el gran público. Y ése es el problema: son tan buenos que les llueven ofertas de trabajo. Aunque para ellos no supone ningún problema, claro.

A Michael K. Williams (Omar Little) lo hemos vuelto a ver en La carretera. Y claro, ves La carretera y no dices "¡Mira, Michael K. Williams!", sino "¡Mira, Omar!" o quizás "¡Mira, Omar haciendo de Bubbles!" (otro personaje de The wire). Ahora también lo podemos ver en Boardwalk Empire, la última gran serie de mafiosos de la HBO. En el tráiler de la misma, aparece con dos escopetas recortadas y, claro, es imposible no decir "¡Joder, pero si es Omar!", porque si algo caracteriza al bueno de Omar es ir por ahí con dos armas de fuego, una por brazo. Y claro, entiendo que es un guiño, y los guiños se agradecen, pero te sacan de la historia. Además, encasillan al actor. Pero olvidad esto último: al final del párrafo anterior he dicho que para los actores no supone ningún problema, y tampoco es plan de ir contradiciéndome.

Entonces llega Tremé. Como he apuntado en el segundo párrafo, Tremé tiene muchas cosas en común con The wire. Una de ellas es su tratamiento sumamente realista. Pero comparten más cosas. Por ejemplo, los actores. A ver, no estoy diciendo que los actores sean cosas (aunque haya gente empeñada en llamar a los trabajadores "recursos humanos", pero ésta es otra guerra). Tampoco estoy diciendo que ambas series compartan a los actores, como si fueran padres divorciados, una semana contigo, la otra conmigo, porque The wire ya se acabó y, por lo tanto, no tiene que compartir nada con nadie. Pero me habéis entendido, ¿no? En realidad, no tienen tantos actores en común. De entrada, están Clarke Peters y Wendell Pierce, viejos conocidos (conocidos como Freamon y Bunk, respectivamente). No digo que antes de The wire hubieran sido unos perfectos desconocidos, pero desde luego no eran Morgan Freeman y el padre de Cosas de casa. El caso es que, mientras veías The wire, eras incapaz de imaginártelos en otro papel. No eran actores. Eran policías de Baltimore. En cambio, los ves en Tremé y su trabajo interpretativo sigue siendo tan bueno o mejor pero, claro, ahora sí puedes imaginártelos en otro papel. Porque, no importa que uno de ellos toque el trombón y el otro haya cambiado los muebles en miniatura por las reformas a gran escala, en lo más profundo de su ADN siguen siendo policías de Baltimore.

Pero no estoy siendo justo. Sólo llevo cuatro episodios de Tremé. En cambio, de The wire he visto los sesenta (y algunos los he visto dos veces, pero ésta es otra historia). Estoy seguro de que cuando lleve más capítulos pensaré menos en Baltimore. Del mismo modo que fui capaz de ver la tercera, la cuarta y la quinta temporada de A dos metros bajo tierra después de haber visto la primera de Dexter sin temer que el enterrador interpretado por Michael C. Hall fuera en realidad un psicópata. Por eso digo que no estoy siendo justo. Sin embargo, David Simon no nos lo pone nada fácil.

Por ejemplo, el cuarto capítulo de Tremé incluye dos cameos ilustres: el músico Steve Earle (intérprete del tema de The wire en la quinta temporada y actor en algunos episodios) y Jim True-Frost, el agente Pryzbylewski de la otra serie. Además, el capítulo también incluye un chiste a partir del cual se había generado una de las tramas de la tercera temporada:



Hamsterdam. Esto es un guiño como la copa de una secuoya. Y si Tremé nos cuenta lo que pasa en Nueva Orleans después del Katrina, Tremé es lo que pasa en la HBO después de The wire (y de Generation Kill, pero ésta aún no la he visto).

¿Sabéis qué? Tremé mola. Cada vez mola más (suele pasarme con algunas series de la HBO, como Roma o Boardwalk Empire, que tardan en engancharme pero luego no me sueltan). Y, además, sale John Goodman.



Tremendo.

8.2.11

¿Es un póster? ¿Es un cartel? No: ¡es un Clarktel!




O, como dirían en Krypton, un Kart-El.

Perdón por los chistes malos, pero es que todo el asunto me está generando una sobredosis de ilusión. ¿Ya os he dicho que las funciones empiezan el 17 y que podéis hacer vuestras reservas aquí y ahora?