25.3.12

Una traducción: La Ruina




Ahora que la compañía FlyHard está triunfando en La Villarroel con Nit de ràdio dos punt zero, de Cristina Clemente. Ahora que volverá a hacerlo con Burundanga, de Jordi Galceran y (dirigida por) Jordi Casanovas. Ahora, digo, conviene recordar que no es la primera vez que la compañía desembarca en el teatro por antonomasia de la calle Villarroel. Ya lo hizo en 2008 y 2009 con dos obras de Casanovas: La Ruïna y La revolució, respectivamente.

¿Por qué conviene recordarlo ahora? Primero, porque recientemente he tenido el honor y el placer de traducir La Ruïna al castellano. Segundo, porque es un texto muy actual; esto es lo que se dice de todas las obras de teatro, de Los persas a El mercader de Venecia, pero en este caso es absolutamente cierto: se trata de una comedia sobre un grupo de personas que ven cómo su presente y su futuro, sus vidas y sus aspiraciones, se estampan contra el muro inquebrantable de la crisis económica. Y esto lo escribió Casanovas en 2007, cuando aún no conocíamos a los hermanos Lehman y su prima de riesgo (yo sigo sin conocerlos, pero esa es otra historia). Y lo reescribió a finales de 2011, potenciando sus virtudes: la actualidad, la comicidad, el factor mesa, que prefiero no revelar, y muchas más.



La traducción (y la obra original) se puede descargar directamente de la web del autor. También podéis solicitarla en Catalandrama, la biblioteca de traducciones de L'Obrador/Sala Beckett.

No os la perdáis. Pasar un rato estupendo a costa de la crisis no tiene precio.



Próximamente: Las mejores ocasiones.

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