12.3.12

Posiblemente, el anuncio más decepcionante de la historia




La publicidad es como el fútbol: los titulares son mejores (es un decir) que el resto, que están de apoyo. Lo malo es cuando en lugar de apoyar se dedican a chutar a otra portería. En ese caso, el público se siente defraudado. Si te dicen que vas a perder ocho kilos en una semana, y a continuación te dicen que serán dos semanas, se te quitan las ganas de pinchar en el enlace. Y piensas: "Ah, no, yo no voy a picar." Y si picas, lo harás entre horas y sin preocuparte por los kilos de más, porque te sientes estafado y te apetece un estofado (me río de Mecano y sus ripios).

Pero eso no es todo. ¿Qué me decís del uso arbitrario (de tarjeta roja) del infinitivo? ¿Y de la foto de (juraría que es una actriz famosa, pero no puede ser)?

Y, sin embargo, la carne es débil, y uno acaba picando y teletransportándose a un publirreportaje titulado Diario del Consumidor Reportero, donde se pueden leer perlas como "La Receta dietética del Mango Africano revelada: ¿Receta dietética milagro o fraude?". Y de repente te sobrevienen unas ganas terribles de vomitar. De vomitar ocho kilos en una o dos semanas.

Fuente: Facebook.

2 comentarios:

  1. ¿Puede uno ponerse a dieta de anuncios? Sería fantástico poder evitar los copys grasa...

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  2. Lo que se puede evitar son las comidas copyosas.

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