Estoy leyendo Los viajes de Tuf. No es el mejor libro de George R.R. Martin, pero es un buen libro. Se trata de un conjunto de relatos de ciencia-ficción, escritos entre 1978 y 1986, sumamente entretenidos y con el discreto encanto de lo pulp.
El protagonista, Haviland Tuf, es un ser curioso. Un mercader independiente, de gran tamaño, obeso, calvo y con la piel blanca como el hueso. Es vegetariano, bebe cantidad de cerveza, come demasiado y le encantan los gatos. Y además es completa y absolutamente honesto. Tal vez en algunos aspectos sea un curioso trasunto del autor, que quizá no llegue a los dos metros y medio de altura pero está más bien llenito y vive con cuatro gatos.Miquel Barceló
En efecto, Haviland Tuf y George R.R. Martin no son la misma persona, pero se parecen. Y no me refiero al aspecto físico.
Tuf es un ingeniero ecológico (algo así como el Kynes de Dune) todoterreno: lo mismo te elimina una plaga que te combate una hambruna. Y, aunque es un excelente profesional, tiene un pequeño defecto: no le gusta que los clientes le metan prisa; y no porque sea incapaz de trabajar bajo presión, sino porque sabe que no conviene precipitarse. Obrando a destajo, el resultado se resiente y la clientela queda insatisfecha. En realidad, hagas lo que hagas, la clientela siempre queda insatisfecha. Por ejemplo, a mí me ha dejado muy insatisfecho la traducción. Está plagada de leísmos, comas entre sujeto y predicado, personajes que cambian continuamente de apellido (Dawnstar/Danwstar, Leigh/Leight) y hechos sin hache, entre otras perlas que me produce pudor reproducir.
(Incidentalmente debo reconocer que, para que no se perdiera el tono buscado por el autor, hemos encargado la traducción a un hombre que estuvo también llenito hace unos años y que tiene dos gatas en casa…)Miquel Barceló
Por su parte, Martin es el autor de una maravillosa space opera prima titulada Muerte de la luz (1977), y de Canción de hielo y fuego (1996-…), una serie de libros gordos que ha dejado a muchos lectores insatisfechos. Con "insatisfechos" no quiero decir que no hayan hallado satisfacción en su lectura, sino que esperan con insidiosa ansia el quinto volumen de la saga. Y, no satisfechos con estar insatisfechos, han decidido presionar al pobre Martin, a quien no le gusta que le metan prisa; y no porque sea incapaz de trabajar bajo presión, sino porque sabe que no conviene precipitarse. Obrando a destajo, el resultado se resiente y la clientela queda insatisfecha. En realidad, hagas lo que hagas, la clientela siempre queda insatisfecha.
Como dice Neil Gaiman (en un post citado en otro post, al que llegué gracias a JJ):
George R.R. Martin is not your bitch.
Amén.
Je, je. No había caído en esos paralelismos. Me da a mí que George R. R. Martin sí es Tuf. A ver qué nuevas especies se saca de su nave para el siguiente volumen.
ResponderEliminarNo le meteremos prisa.
¿Nos tatuamos la frase a la de tres, cambiando "George R. R. Martin" por "the writer" y le vamos enseñando el tatuaje a todos esos que estamos pensando? ¿eh?
ResponderEliminarZero Neuronas: Por cierto, Boromir y Eddard Stark sí son la misma persona.
ResponderEliminarSmall Blue Thing: Yo casi que me tatuaría "the copywriter…".
Ya hay que ser valiente, leerse el prólogo del Barceló, con la costumbre que tiene de destripar tramas.
ResponderEliminarNo era consciente del riesgo que corría. Afortunadamente, salí ileso.
ResponderEliminarUf, pues a mi Canción de Hielo y Fuego me ha dejado insatisfecho en el sentido literal. He leído hasta el segundo libro y ahí lo he dejado. Me espero a la serie de la HBO.
ResponderEliminar