En 2001, Carlos Ruiz Zafón publica La sombra del viento. Se ha escrito tanto sobre este libro que sólo diré una cosa: la mansión de la avenida Tibidabo acaba convertida en agencia de publicidad. Podría ser un espóiler, si no fuera porque en la avenida Tibidabo hay más agencias de publicidad que zapaterías tiene la calle Pelai. Por decir algo.
En 2002, Benjamín Prado publica A la sombra del ángel. El ángel es Rafael Alberti, poeta a la sombra (en ciertos recitales) de la guitarra de Joaquín Sabina.
En 2008, Carlos Ruiz Zafón publica El juego del ángel. El ángel no sé quién es, pero me apuesto una tarjeta de metro caducada a que le gusta el juego (y el vino, y tiene alma de marinero en tierra).
En 2009, Benjamín Prado podría publicar un libro titulado El juego del viento. Sería un acto de justicia poética.
Los caminos de la literatura son inescrutables querido amigo Al...
ResponderEliminarO es el capricho de los autores?
jijiji
Besos
Emma
Me sumo a tu petición de justicia poética, al :)
ResponderEliminarNo deja de sorprenderme tu capacidad para descubrir estos detalles.
ResponderEliminarPor cierto, en otro tipo de justicia bloguera, te tengo enlazado en mi blog desde este largo fin de semana. No sé por qué no lo había hecho antes.
Saludos neuronales.
Emma, de los autores o de los editores.
ResponderEliminarAriadna, un poco de justicia prosaica tampoco vendría mal.
Zero Neuronas, gracias por la sinapsis (con A).
Cuando quedamos para quemar Sombras del viento??
ResponderEliminarUn momento, que pido presupuesto a la brigada 451.
ResponderEliminarY yo que creía que el pobre Alberti acabó a la sombra de su santa...
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