Y ahora, ¿qué va a ser de las mejores malas pulgas de España? ¿Vamos a permitir que pasen el invierno a la intemperie? ¿Que acaben como la cigarra y la cigarrera (o era cerillera) de los cuentos? ¿Seremos capaces de masticar el turrón de Alicante con tamaña losa sobre nuestras conciencias? ¿Sí? ¿No? ¿Y si les buscamos un nuevo destino? ¿Qué tal
ZP, paraíso del talante? ¿O las mandamos a
Aragón?
Se admiten propuestas. Pero rápido, que el tiempo apremia y el frío arrecia.
y si se las mandamos a los responsables de cercanías???
ResponderEliminarEso sería un acto de extrema crueldad (para las pulgas, claro).
ResponderEliminarQue se vayan a la m...
ResponderEliminarBueno, eso son las moscas, calla.
Mejor que se vayan de viaje a ninguna parte.
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