En el camino de la estación de buses de Montevideo al hostal donde me quedé, en el centro:
Taxista: Buenos dias... De dónde eres?
Camila: (...) Hmmm, de Brasil.
Taxista: Bueno.
Camila: Calle Ituzaingó, 1436, por favor.
Taxista: Ituzaingó, 1430 y cuánto?
Camila: 36.
Taxista: 35?
Camila: 30 y seeeeis.
Taxista: Tienes que mejorar tu español, querida.
(...)
Después de olvidar la billetera en el mismo taxi y revolver la ciudad por teléfono para encontrarlo - y pagar para rescatar lo que me pertenecía:
Camila: Muchas gracias por traerme la billetera, señor.
Taxista: Viste? En Uruguay todavía hay personas honestas.
Camila: Y viva Uruguay.
Nota: El español de Camila es mejor que el de muchos hispanohablantes. O hispanoparlantes. O como se diga.
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